Una vida entre carreras
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Resumen
Iba manejando normal, por la 32, como por el Jardín, cuando una muchacha me hizo la parada. La recogí y estaba llorando. Le pregunté qué le pasaba, por qué lloraba. Me dijo que había peleado con el novio y la había dejado. En el camino seguimos conversando y yo iba dándole consejos. Me contó que ella lo había pillado con otra muchacha. Entonces le dije que no fuera bobita, que tan bonita, tan hermosa que era y peleando por un hombre. Ella me decía que lo quería mucho y estaba muy tragada. Le dije que había más hombres y que tenía que salir adelante. Y así, íbamos charlando. Le pregunté dónde vivía, por la familia y otras cosas, hasta que llegamos a la casa. Me dijo que yo charlaba muy bonito, que la trataba muy bien. Y agregó: "¿Sabe qué... ?, pues le voy a dar veinte lucas para que usted esté conmigo una hora". Yo le dije: "Mami, no, que pena con usted, yo charlo sin ningún interés de nada". Me dijo: "Tranquilo': y nos fuimos a una panadería a charlar. Me gastó todo, nos tomamos unas Pony Maltas, se desahogó y ni más la volví a ver.