Rúbricas, evaluación más allá de la calificación

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Resumen
Por lo general, la evaluación tradicional se realiza como una actividad de cierre, en un espacio y tiempo determinado, con el fin de cuantificar y certificar los aprendizajes de los estudiantes y generar una nota con números o letras, casi siempre, al final de una clase, unidad o periodo académico. En ella, por lo regular, se utilizan instrumentos tales como pruebas de elección múltiple, elaboración de ensayos, pruebas escritas, exámenes orales y otros cuya finalidad es principalmente sumativa. Este enfoque sumativo de la evaluación obedece, en buena parte, a que “ vivimos en una sociedad obsesionada por las notas, por la calificación, por medir procesos incuantificables [por tanto,] la evaluación es una prolongación de los sistemas de legitimación del Estado en la educación: su existencia realmente no tiene que ver con el aprendizaje ” (Acaso, 2013). Sin embargo, en contraposición a esta forma de evaluar, surge otro tipo de evaluación cuyo propósito es fundamentalmente formativo. La evaluación continua es, en sí misma, una oportunidad de regulación de aprendizajes centrada en las realizaciones de los estudiantes. Este tipo de evaluación, al basarse en cambios en los desempeños en un proceso educativo, “ demanda del estudiante demostrar sus habilidades en lugar de relatar lo que han aprendido, tal como lo hacen en las pruebas tradicionales ” (Suskie, 2009). Para Danielson & Marquez (2016), la evaluación basada en desempeños, se refiere a cualquier evaluación de aprendizaje que requiera la valoración de escritura, productos o comportamientos del estudiante. Es decir, incluye cualquier valoración con fines formativos, realizada por docentes, que se diferencia radicalmente de los programas de pruebas estandarizadas a gran escala (PISA, TIMSS, IALS, LLECE, Saber, etc). Los docentes interesados en implementar la evaluación continua en sus clases deben prestar atención al diseño tanto de la tarea/consigna, mediante la cual comunican claramente a los estudiantes lo que se espera de ellos, como del instrumento de evaluación (que pueda fusionar el aprendizaje del estudiante con la valoración de sus desempeños durante el desarrollo de la tarea). Entre los muchos instrumentos de evaluación, la Rúbrica posibilita cumplir ambos propósitos, tanto sumativos como formativos.